miércoles, 19 de septiembre de 2012

Energía limpia y solidaria con sello africano


En estos tiempos que corren es maravilloso encontrar noticias como la que os mostramos a continuación (El País, 13 de septiembre 2012). 
Es el momento de ponerse en acción, a veces con pocos medios se pueden conseguir grandes objetivos, este es el caso del jóven ugandés Sanga, que gracias a su tesón es capaz de facilitar la vida a su gente, respetando el medio ambiente y las costumbres de su pueblo. 
¡Noticias como éstas nos llenan de emoción!




Por Alice Rawsthorn, El País


LONDRES — Cuando Sanga Moses se dirigía a la diminuta aldea ugandesa en la que vive su madre, vio una figura conocida caminando junto a la carretera con un gran haz de leña. Era su hermana de 12 años, que se quejaba de que había tenido que faltar a la escuela para recorrer los 19 kilómetros que la separaban del pueblo más cercano para recoger madera, que la familia utiliza como combustible para cocinar.
     Millones de africanos, en su mayoría niñas, se encuentran en los mismos apuros. Sanga, que ahora tiene 30 años, estaba tan preocupado que dejó su trabajo de contable e invirtío los 500 dolares que tenía ahorrados para desarrollar una fuente accesible de combustible barato y limpio para cocinar. Además de ahorrar tiempo y dinero, promete reducir la contaminación que producen los humos y los problemas de salud causados por su inhalación, que son responsables de la muerte de más de 1,5 millones de personas cada año.
     Tres años después, miles de ugandeses cocinan con el combustible orgánico que produce Eco-Fuel Africa, la empresa que fundó, y unos 1.500 campesinos aumentan sus ingresos utilizando los equipos para convertir resíduos agrícolas en carbón orgánico. El sistema ha dado trabajo a agricultores y a centenares de personas que venden y suministran combustible. También está ayudando a frenar la deforestación de África, ya que ahora hay menos gente que necesita madera. "El problema que veo en casi todas las demás intervenciones es que no implican lo suficiente a las comunidades locales y son impulsadas por extranjeros que no comprenden los problemas de la región", escribe Sanga en un correo electrónico.
     Desde el principio, Sanga estaba decidido a desarrollar un sistema que encajara en los métodos culinarios de sus clientes en lugar de imponerles un cambio. Los agricultores recogen residuos orgánicos y los convierten en carbón vegetal en unos hornos que proporciona la empresa. Después, conservan parte del carbón para fertilizar sus tierras y venden el resto a Eco-Fuel Africa, que deduce el precio de los hornos de las ventas del carbón vegetal.
A continuación, los distribuidores locales lo transforman en briquetas utilizando la maquinaria de Eco-Fuel Africa. Unos 110 distribuidores, en su mayoría mujeres, contratan a jóvenes de la zona para realizar las entregas.
      Sanga tuvo que vender casi todas sus pertenencias, includa la cama, para costear la producción del primer horno. Eco-Fuel Africa presentó sus primeros productos en Noviembre de 2010.
     Ahora, Sanga está decidido a ampliar el sistema, animado por la elección de Eco-Fuel Africa como finalista del Buckminster Fuller Challenge de 2012, que rinde homenaje a los proyectos que abordan "los problemas más acuciantes de la humanidad". El objetivo es crear unas 200 microfranquicias el año que viene.
     Y, cuanto más próspera sea Eco-Fuel Africa, más dinero generará para otro de los proyectos de Sanga: utilizar parte de los ingresos de las ventas para plantar árboles.                   

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